Somos argentinos. Amamos el café. Eso no está en duda. Juntarnos a tomar un café, es una costumbre que está arraigada en los genes. Hasta hemos inventado un gesto con los dedos que indica al camarero, sin necesidad de palabras, que queremos un café.
Pero hace un tiempo, que se ha colado entre nuestras costumbres argentinas, un ritual importado: el café para llevar. Esta costumbre enraizó profundamente, como termómetro de la velocidad en la que vivimos: cada día más rápido, sin tiempo de pausas, sin tiempo para sentarnos a tomar un café.
Hace años ya, el café se toma caminando, mientras nos movemos, yendo de un lugar a otro.
¿Dónde nació esta moda del café para llevar?
En Estados Unidos, con una historia de larga data. En 1907 se creó el primer vaso desechable, con el fin de cambiar una costumbre de vasos comunitarios de café, que se había instalado en vagones de trenes para instar a las personas a beber menos alcohol.
Estos vasos desechables, que eran llamados Health Cup (taza saludable), creados con un propósito higiénico, empezaron a propagarse, hasta que en 1950 se instaló la moda de las máquinas expendedoras de café. Entre 1950 y 1960, la moda del «coffee to go» , soportada por una propaganda focalizada en la productividad, siguió creciendo.
Pero no fue hasta la década del ´80, con el nacimiento de Starbucks, que terminó de masificarse. Los vasos descartables se fueron mejorando y se desarrollaron tapas para evitar derrames.
Hoy, en el 2022, es una moda ya instalada. Ver gente caminando por la calle con un vaso lleno de esta bebida caliente es algo muy habitual.
En la actualidad, las cafeterías tienen sus vasos descartables personalizados para ofrecer a sus clientes, la opción para llevar, sumando en la ecuación la idea de publicitarse en cada uno de esos vasos mientras la persona va tomando su bebida por la calle.
Hay modas que van y vienen. Modas que duran poco tiempo y desaparecen tan rápidamente como llegaron, sin dejar siquiera recuerdos de que ocurrieron.
Pero hay otras modas, como la del café para llevar, que llegan y se quedan. Que se instalan en la sociedad, y que no nos dejan otra opción que adaptarnos a ellas.
¿Te adaptaste a esta moda?
Si tenés una cafetería y querés sumar vasos personalizados para ofrecer esta opción a tus clientes, contactanos.